El ejercicio físico y un compuesto del té verde refrenan el avance del Mal de Alzheimer en ratones
Millones de personas sufren la enfermedad de Alzheimer en el mundo. La comunidad científica está buscando en la actualidad tratamientos así como terapias preventivas. Y que se puedan articular sobre la base de potenciar el consumo de determinados alimentos comunes. Ahora, unos investigadores han determinado que un compuesto del té verde, y ejercicio físico, hacen más lenta la progresión de la enfermedad en ratones. Y pueden llegar a revertir sus efectos. Estudios adicionales sobre dicho compuesto típico del té verde podrían llevar a avances en humanos. Tanto en el tratamiento como en la prevención de la enfermedad de Alzheimer.
En los pacientes, el péptido conocido como beta-amiloide puede acumularse y formar grumos que dan lugar a la formación de “placas” amiloides en el cerebro.
Los pacientes de Alzheimer han sido relacionados con incrementos en la inflamación. Y estudios recientes han sugerido que los antioxidantes dietéticos ayudan a reducir el riesgo de contraer dicha enfermedad. Sobre la base de investigaciones previas llevadas a cabo en la Universidad de Misuri, el equipo de Todd Schachtman decidió investigar los efectos del ejercicio físico (voluntario en este caso) y de la epigalocatequina-3-galata (la citada sustancia presente en el té verde). Especialmente sobre el funcionamiento de la memoria y sobre los niveles de beta-amiloide en ratones.
Administraron epigalocatequina-3-galata en el agua que bebían los ratones y les dieron acceso a espacios que les permitían correr y hacer otros ejercicios físicos. En unos experimentos de memorización de un laberinto, Schachtman y sus colegas constataron mejoras notables. Tanto en las funciones cognitivas como en la capacidad de recordar en los ratones afectados por la enfermedad de Alzheimer.
Fuente: noticiasdelaciencia.com