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El viaje del té, desde la planta a la taza, Sri Lanka

El viaje del té, desde la planta a la taza, Sri Lanka

El viaje de té empieza por un arbusto de la familia de la camelia, originaria de China. Antes de extenderse su consumo por parte de los británicos, esta bebida era relativamente desconocida en occidente. De hecho, en los actuales países productores excepto China, hasta 1820 apenas se practicaba su cultivo. Se solía cultivar café de la variedad arábica.
Trás una enfermedad de la planta del café en la que salían una especie de ampollas que hacían que la planta se secara, los británicos comenzaron a probar a plantar el arbusto del té en sus colonias. Se acostumbraban poco a poco a esta nueva bebida. Hoy os cuento cómo es el proceso para la producción de esta infusión, el viaje del té desde la planta a la taza.

Producción y recolección del té

Fue un expedicionario británico llamado James Taylor quien comenzó a plantar semillas de la planta del té y posteriormente esquejes de la planta en Sri Lanka, antiguo Ceilán, a quien debemos el placer de tomar el té tal como lo conocemos hoy.

Una vez plantado el arbusto, tarda aproximadamente dos años en estar listo para poder ser cosechado. Después, recoger las hojas es una labor muy dura ya que han de cosecharse diariamente y solo los brotes más nuevos. Normalmente la hoja aún sin abrir o silver tip y las dos hojas abiertas siguientes, cuyo color más claro podéis ver en la imagen siguiente.

Brote y dos hojas té

Esta labor la realizan normalmente mujeres que llevan los sacos enganchados de la frente. Y van recogiendo las hojas y guardándolas hasta llenar el saco que llevan apoyado en la espalda.
La recolección de una finca dura semanas por lo que cuando se termina un campo, se pasa al siguiente.  En el tiempo que se tarda hasta regresar al primero, los arbustos de té van generando nuevos brotes que son los que de verdad se utilizan.

Para asegurar esa rotación necesaria, los campos se dividen en veinte parcelas. Se hace la recolección de forma que cuando se ha terminado de cosechar la última parcela, la primera ya tiene de nuevo hojas verdes que cosechar. Por lo que el trabajo no se interrumpe.

Cuando las recolectoras llenan los sacos que tienen a su espalda, se trasladan a la fábrica productora. Allí comienza un proceso de preparción de las hojas que culminará en nuestra taza.

Producción y preparación de las hojas té para su consumo

El proceso de producción, básicamente consiste en deshidratar levemente el té, trocearlo, oxidarlo (dependiendo del té) y finalmente secarlo y cualificarlo. Dándole a las hojas la terminación necesaria para que sean más o menos finas.

Una vez llegadas las hojas se ponen sobre largas mesas donde el té se airea para deshidratarse y ayudar a que pierda una parte en torno al 30% de su humedad. Una vez deshidratado está listo para el siguiente paso del proceso.
El té, se traslada a la maquina de enrollar, sí el té que estamos preparando es tés oolong o negro. Allí se rompe las venas de las hojas para empezar con la oxidación. Dependiendo del té lo oxídan más o menos. Para parar la oxidación se lleván el té al secador. Allí se interumpe el proceso de oxidación. Y por esa fase también pasa el té verde.

Finalmente se clasifica las hojas y se prepara cada calidad para su uso final,  bolsas de té, o en hojas, para hacer el té de forma tradicional de infusión.  El proceso termina con la clasificación de las distintas calidades y su envasado.

En cuanto a las distintas variedades de té que conocemos, vienen todos de la misma planta, Camelia Sinensis. La diferencia es el proceso de fabricación.  Momentos de cosecha, diferentes hojas seleccionadas, diferentes procesos de preparación, oxidación y fermentación, originando así los tés blancos, verdes, oolong, negros o rojos, y sus distintas calidades.

Directo al Paladar