Flor de hibisco para la pérdida de peso, presión arterial e inflamación
La flor de hibisco trae a la mente un paraíso tropical. La gran floración es un motivo popular para las camisas hawaianas… Pero una variedad en particular, Hibiscus sabdariffa (también conocida como té rosa o roselle), es original de Egipto. Hoy en día, roselle es cultivada en casi todas las regiones cálidas del mundo.
Roselle es la fuente de la infusión de hibisco. Es una bebida ácida y de un color rubí rojo. Durante siglos ha emborrachado a todo el norte de África y del Medio Oriente. Los egipcios bebieron el té de hibisco desde el tiempo en que los faraones gobernaron el Nilo.
Cuando roselle llegó al nuevo mundo, los mexicanos y jamaiquinos rápidamente desarrollaron un gusto por las bebidas a base de hibiscus. Pero no fue apreciado por América del Norte hasta los años 1970, cuando la marca Celestial Seasonings, sacaron su mezcla de té Rojo Zinger. Hoy en día el hibiscus se encuentra en el mercado en casi todo té con sabor a fruta. También se utiliza para dar sabor al yogur, helado, soda, champagne y lo que requiera un sabor agrio.
Té de hibisco se elabora a partir del cáliz de la planta, una parte en forma de capullo de donde emerge la flor.
Mientras que la flor es la parte vistosa del hibiscus, la pieza escogida para té es el cáliz, una pieza roja de la planta que emerge de la flor. El término viene de una palabra griega que significa cáscara o caparazón. El cáliz se vende seco para infusión. Y la yema fresca del cáliz es una verdura amarga popular en muchas partes del mundo. Tiene una textura mucilaginosa, similar a otra variedad de hibiscus, okra (Hibiscus esculentus).
En medicina herbaria tradicional, un sabor amargo significa una hierba refrigerante. Por eso se explica el por qué el hibiscus es usado para aliviar las condiciones de calor e inflamación. El roselle se la utiliza con frecuencia en la tradición ayurvédica y la medicina herbaria del Medio Oriente. Para la diabetes, el hígado, problemas de la vesícula biliar, inflamación de la piel y problemas intestinales.
El cáliz del hibiscus tiene un sabor similar al arándano, de hecho, a veces se lo llama arándano de Florida. Como el arándano, el té de hibisco se utiliza también para aliviar infecciones del tracto urinario.
El refrescante té de hibisco es ideal para la hidratación, pero también es un diurético confiable que puede librar al cuerpo del exceso de líquido.
Es alto en hierro, vitamina C y otros antioxidantes que ayudan a la inmunidad. También tiene propiedades antibacterianas, por lo que a menudo se lo utiliza para los resfriados, la gripe y tos.
En la medicina herbaria tradicional, al hibisco se lo utiliza para calmar la mente, y también tiene una afinidad con el corazón. Un ensayo clínico de la American Heart Association encontró que después de seis semanas de beber té de hibisco, la presión decayó un 13%.
Por otra parte cura al dolor de la artritis. En una investigación hecha en animales por la Universidad de Bagdad, publicado en octubre de 2015, el hibisco sabdariffa demostró una “actividad antiinflamatoria significativa”. 😀
Una investigación adicional sugiere que el té de hibisco tiene algunas propiedades anticancerígenas. Contiene ácido proto-catéquico, que se encontró que puede retardar el crecimiento de células cancerígenas.
Cómo usarlo
Es muy seguro, aunque hay rumores de que en algunas personas puede provocar alucinaciones leves. Sin embargo, para un producto popular que se ha utilizado durante tanto tiempo, es difícil encontrar pruebas a esta afirmación.
Para hacer una taza de té, simplemente añada una cucharadita de piezas del cáliz secas a una taza de agua caliente y déjelo reposar durante al menos 10 minutos. Tome de una a tres tazas por día. Para muchos, tiene un sabor demasiado amargo, pero se puede preparar con hierbas dulces, como la raíz de regaliz o stevia, para lograr un saludable equilibrio agridulce.