La perfecta taza de café
No existen fórmulas mágicas. Porque el resultado va a variar dependiendo del tipo de café que utilicemos, el tueste, el método, ¡incluso el tipo de agua! Y lo más importante: el gusto del consumidor.
Sin embargo, existen algunos parámetros que nos sirven de guía y que creemos, son importantes de compartir.
El café. Si nos vamos a molestar preparando un café, empezamos con utilizar un buen café, el grano de arábica con tueste natural. Y recien tostado. Dicen que el café esta en óptimas condiciones a la semana del tueste, cuando todos sus aromas se han asentado. Compra el café en tiendas donde puedas mirar la fecha de tueste.
El molido. Lo mejor sería moler el café en el momento de prepararlo. Hay molinos para casa que tiene distintos grados de molienda, dependiendo que cafetera vais a utilizar. Si no lo tenéis, podéis pedir que os lo muelan en la tienda, siempre informando que cafetera tenéis. Si el café está molido, es muy importante que lo guardéis bien en casa; en un recipiente hermético, opaco y preferiblemente en la nevera, donde aguantará mejor. El café en grano también es aconsejable conservarlo en la nevera. Incluso podéis congelarlo, si vais a tardar mucho en consumirlo.
El agua. El agua tanto en café como en té, es un componente importante, y siempre recomendamos agua mineral. ¡No dejes que hierva! El agua hirviendo no es la mejor amiga de una buena filtración de café.
La receta. Esto no es una ciencia exacta, como ya hemos comentado. Os vamos a dejar la receta más usada, que es la de 60 gramos de café molido para un litro de agua. Dependerá del café que usemos: su origen, tueste y proceso. Por lo que no es lo mismo preparar un café de proceso natural, lavado, despulpado… ni hacerlo en una cafetera italiana como en un Chemex… Necesitamos investigar para mejorar nuestra forma de preparar el café. Nuestra intención no es desanimaros, sino invitaros a experimentar para encontrar vuestras recetas y conseguir la taza perfecta.
El tiempo. Aquí también tenéis que buscar vuestro tiempo. Por dar un ejemplo, el tiempo de infusión recomendado es de 4 minutos en una cafetera Francesa (embolo). Y hay que contar el tiempo desde el momento en que el agua entra en contacto con el café.
Buena Suerte!
Cold Brew, Café Frío
La forma de hacer el café frío es muy similar al de hacer el té frío. Los dos se hacen con agua fría y se maceran durante mucho tiempo. Pero sale una bebida muy agradable y que quita la sed muy bien, aunque quizá lo más importante es que no tienen cafeína!
Empezamos;
Primero necesitamos café y en este caso el café tiene que ser poco molido, una molienda gruesa, como una arena del norte… Vamos a moler unos 100 gramos.
Ahora necesitamos una jarra, y si tiene filtro mejor. Añadimos el café al filtro y después ponemos un poco de agua. Esto es para hacer lo que llaman una pre-infusión, mojamos bien el café y removemos un poco en el filtro.
Una vez hecho esto añadimos el resto del agua para llenar la jarra y cubrir todo el café con agua. Aproximadamente un litro y medio. Y lo guardamos en el frigo.
Ahora a esperar, unas 15-20h, pero a la mitad del tiempo volvemos a remover el café en el filtro. Y voilá!!
Igual que para el café caliente la receta del café frío no es exacta, hay que buscar tu propia receta, teniendo en cuenta si el café es muy tostado el tiempo es menor y viceversa. Lo mismo pasa con el agua y la molienda. Pero esto es suficiente para poder empezar!